Un momento de la clase de yoga que tuvo lugar en el Hotel Los Ángeles.
“Tenía muchas ganas de hacer esta sesión de yoga y mar en el Hotel Los Ángeles. Nos salió un día espectacular. El chef nos preparó un menú a propósito. Tuvo en cuenta que había comensales vegetarianos, no faltó detalle y estuvo riquísimo. Fue una experiencia fantástica; sin duda para repetir algún día” resume Raquel Costa, la profesora de yoga que el pasado 15 de abril llevó a cabo una sesión muy especial en nuestras instalaciones.
Yoga y Mar
«Yoga y mar» giró alrededor del concepto del agua, y la protagonista fue la Navasana, la postura del barco. El emplazamiento: una sala abierta, diáfana y acogedora con vistas al mar. El sitio idóneo para llevar a cabo esta clase “marinera”. A las explicaciones de Raquel sobre las asanas, seguía el momento clave: pasar de la teoría a la práctica. Mucha concentración en la respiración, en cada parte de cuerpo para lograr dibujar esas bellas figuras que requieren de fuerza, equilibrio y elasticidad. Ésas que parecen tan fáciles cuando las ves, y que no lo son tanto.
Hubo alumnos principiantes y veteranos, y todos coincidieron en la suerte de realizar la clase en este contexto. “Quedaron muy contentos –explica Raquel- por vivir esta actividad de manera diferente, tan original y positiva». Los novatos pudieron adentrarse en el mundo del yoga a través de una oportunidad privilegiada, y los más experimentados -que buscaban algo diferente- consiguieron también su propósito.
«El brunch posterior fue la guinda perfecta. Acabar la clase y tener el lujo de comer tan bien, en un sitio tan acogedor, no es fácil. Era lo que la gente quería: cambiar la rutina de siempre, tener algún estímulo, y el almuerzo fue una gran idea”.
La guinda perfecta: un elaborado menú creado para la ocasión por el chef del hotel, Federico Guajardo.
Y junto con el brunch, los momentos para relajarse junto al mar, en un entorno de relax que contribuye a ese estado de serenidad generado por la práctica del yoga.
Fue una vivencia enriquecedora para todos, y desde el Hotel Los Ángeles queremos agradecer la propuesta y el interés mostrado tanto por la maestra de yoga como por los alumnos. Entre todos generaron un ambiente excelente, y sí, se tendrá que repetir.
Desde el Hotel Los Ángeles queremos agradecer la propuesta y el interés mostrado tanto por la maestra de yoga como por los alumnos
(Fotos cedidas por Raquel Costa).
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