María Jesús Balanzategui e Ignacio Calderón
Llevar más de medio siglo veraneando en el hotel no es algo que se pueda explicar todos los días. Es el caso de Ignacio Calderón, Director General de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), y de su madre María Jesús Balanzategui. Conversamos con ellos y con Sagrario Aguado –esposa de Calderón e histórica atleta, seis veces campeona de España de salto de altura– justo antes de que se dispongan a comer en un tranquilo día de agosto.
«Nos encantó el Hotel Los Ángeles. Recuerdo que fuimos primero a Cullera, al Hotel Sicania, pero nos decantamos por Dénia», recuerda Ignacio Calderón. Según explica debió de ser en 1960 cuando conocieron al alcalde de la ciudad y este les habló de Los Ángeles. Desde entonces no fallan cada verano. Calderón incide, respecto al hotel, en que «no es fácil encontrar algo así, con la ubicación que tiene, el clima único… Es un todo. Yo vine con 13 años y ya vienen mis nietos a pasar las vacaciones». El hotel viene a ser «como un vínculo que se abre y se cierra», con las diferentes generaciones de una familia que van pasando por sus habitaciones.
Ignacio Calderón disfruta de sus días de descanso en Dénia. Aquí contacta con sus amistades para charlar: el actor Álvaro de Luna, el escritor Manuel Vicent o el médico, y ex jugador de baloncesto del Real Madrid y de la selección, Juan Antonio Corbalán, quien también se hospeda en el hotel. «Es como si fueran las tertulias del Café Gijón pero en Dénia», apunta sonriente.
«Es la playa más bonita que hay»
«Cuando vine no había ni un solo apartamento. Tratamos con los anteriores dueños (Francisco Estrela). El ambiente familiar siempre ha sido muy bueno», detalla el Director General de la FAD, quien añade que «es normal que el Hotel Los Ángeles cuente con las estrellas que tiene (4) y quizás merezca alguna más». La charla se adentra en el mundo de los negocios, en la responsabilidad social corporativa, en que hasta la crisis todo se movía por dinero y que el valor humano, el trato con las personas, clientes, trabajadores e intermediarios es lo que hace diferente a una empresa. La manera de ser del hotel, las atenciones con los huéspedes, la relación personal-clientes «se construye con mucho tiempo».
Ignacio Calderón atesora una gran capacidad oratoria y reflexiona sobre el importante papel de los medios de comunicación con el problema de la droga y de la sociedad en general. Entonces aparece su madre, María Jesús Balanzategui (96 años), y aprovechamos para que nos de unas pinceladas sobre el hotel. «Venimos todos los años. Es la playa más bonita que hay y se lo dice alguien que es de San Sebastián» (risas en la mesa). Es un placer preguntarle, con la amabilidad y la dulzura que desprende en sus comentarios. Se baña cada día y rememora una efeméride que resume la relación que existe entre su familia y Los Ángeles: «Cuando yo me casé nació la dueña del hotel» (refiriéndose a María Martínez). «Soy feliz, me rejuvenece venir aquí», apostilla María Jesús Balanzategui.
Es hora de comer junto al mar. Agradecemos las palabras de unos clientes que conocen a la perfección lo que significa Los Ángeles en Dénia. Al fin y al cabo, ellos son el hotel. Muchas gracias.