Escuchamos el otro día como desde recepción agradecían las buenas palabras que una mujer pronunciaba tras hacer efectivo el check-out en el hotel. «Nos alegramos mucho de que su estancia haya sido placentera. Es nuestro objetivo, que disfruten del hotel y que siempre tengan el gusto por volver», respondió Igor con sinceridad.
Es así de cierto. Durante días –semanas– nuestros clientes se familiarizan con nosotros, confían su tiempo de ocio en recepcionistas, camareros y personal de planta y mantenimiento. Estamos hablando de las caras de las vacaciones. Rostros amables y atentos, prestos en todo momento para cuidar hasta el último detalle. Y todo para conseguir que el destino vacacional de playa, gastronomía, deporte, descanso y spa sea fantástico.
El compromiso de calidad del Hotel Los Ángeles es ese. De abajo hacia arriba cumpliendo con las necesidades de nuestros huéspedes. Simpatía y profesionalidad junto al mar.