Tesoros de Denia
Entre sus muchos tesoros, algunos más escondidos que otros, Dénia alberga el misterioso cementerio de los ingleses, situado junto a la playa de la Marineta Cassiana. Construido en el s. XIX, fue la última morada de las familias británicas de fe protestante que se instalaron aquí durante los prósperos tiempos de exportación de la pasa (finales del s. XVIII y s. XIX). El comercio de la uva seca con Inglaterra (que demandaba este producto por su gran valor calórico, y fue muy utilizado por los soldados durante la I Guerra Mundial) propició el asentamiento de ciudadanos ingleses en Dénia.
En este camposanto, una lápida anónima es el vestigio palpable de un poema del escritor e intrépido viajero John Dos Passos (Chicago, 1896-Baltimore, 1970). Cuando contaba sólo 20 años, vino con su familia y quedó impactado por la intensidad del azul del mar, la imponente presencia del Montgó y la luz del Mediterráneo. Plasmaría estas sensaciones seis años más tarde, en 1922, en el poema que comienza How fine to die in Denia… incluido en su libro A pushcart at the curb (Una carretilla en la acera), y que traducido al castellano reza así:
«Sería hermoso morir en Dénia/joven, bajo el abrazo del sol/tumbado junto al azul ardiente del mar/y el reclamo permanente de los cerros de hierro./ Dénia, donde la tierra es roja como la herrumbre/y las colinas son del color de la ceniza./Oh, podrirse en el suelo áspero/y fundirse en el fuego omnipotente/de ese dios blanco y joven y ardiente, el incandescente dios solar/para encontrar una súbita resurrección/en la cálida uva nacida de la tierra y la luz/que las mujeres jóvenes y los niños pisan/convirtiéndola en un mosto que hará fluir para generaciones futuras/un vino lleno de la tierra/del sol.»
El Ayuntamiento de Dénia quiere rendir homenaje al célebre intelectual norteamericano con un ciclo similar al dedicado al tenor Cortis …
… aprovechando la proximidad con el centenario del nacimiento del escritor. John Dos Passos no ha sido el único escritor que ha encontrado inspiración en nuestra tierra. Nos remontamos al s. XVI para recordar el poema de Lope de Vega (Madrid, 1562-1635) al rey Felipe III y los festejos que el Marqués de Dénia preparó para agasajarlo durante su estancia.
Ya en el s.XX, la maestra y escritora María Ibars (València, 1892-1965), quien pasó parte de su infancia y adolescencia en Penyamar, una partida dels Campussos, reflejó en su obra la belleza del paisaje dianense, como también Juan Chabás (Dénia, 1900-La Habana, 1954), o el poeta Vicent Andrés Estellés (Burjassot, 1924-València, 1993), autor del Llibre de Dénia. Ya entre nuestros contemporáneos, desde la novela de Clara Sánchez inspirada en su estancia en la capital de la Marina Alta (Cuando llega la luz), hasta los poemas del profesor y biólogo Tono Fornés, pasando por los textos del escritor Manuel Vicent, son la prueba de que la esencia del pueblo que cautivó a John Dos Passos hace casi un siglo continua intacta.
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