Semana Santa en Denia
Las vacaciones de Semana Santa y Pascua, más largas y relajadas que las fallas, se viven en Dénia como una antesala del verano. Nos conducen a él como un adelanto que deja buen sabor de boca y, al tiempo, ganas de más.
Hace décadas que los jóvenes salen a merendar la mona y volar la cometa en la playa. Y los más aguerridos se zambullen en el primer baño de mar del año. Los valientes salen del agua tiritando y se secan al sol con enérgicas friegas. Cualquier propuesta de partido o competición se acepta con entusiasmo: hay que entrar en calor. El día alarga y también la conversación, recostados en la arena de la playa de les Bovetes (litoral de les Marines), mirando el mar y El Hotel Los Ángeles.
Ha llovido desde aquellas pascuas en que escrutábamos la terraza, nos fijábamos en los niños felizmente mimados por los camareros, y en sus padres relajados bajo la pérgola. Nosotros, a mitad camino entre las dos generaciones, sopesábamos las ventajas de ser unos u otros.
Ahora, desde la terraza del hotel, miramos indistintamente el mar y a los amigos que se retan entre risas a una partida de voley. Ellos restándole importancia a la temperatura del mar, ellas reajustando el bañador por enésima vez. Revivimos la energía de los veinte años, recordamos el cuerpo tiritando con el baño de los valientes, y sonreímos. Ya estamos aquí.
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