El comienzo fue algo cotidiano pero especial sabedores del destino: subir por la calle Diana para romper por Magallanes hasta llegar a las puertas del Mercado Municipal. Dentro nos reencontramos con el bullicio en el marco de una jornada única. El Concurso Internacional de Cocina Creativa de la Gamba Roja de Dénia llegaba a su quinta edición y los ocho finalistas se preparaban para sorprender a un jurado de prestigio, presidido por nuestro tres estrellas Michelin, Quique Dacosta.
Empezó la exhibición de gambas, las creaciones, los artilugios, la inventiva, los colores, los dibujos y emplatados de vértigo, las especias y también los nervios. La quinta edición del concurso se celebraba bajo el sello de la Unesco, concedido a la gastronomía dianense, y alzarse con el primer puesto era mucho más importante que los 2.500 € de premio y los 600 € en equipamiento.
Y el jurado se reunió, por fin, alrededor de una mesa para probar los platos y puntuarlos. La suerte estaba echada. Había calidad y creatividad como comprobó un público curioso que siguió los procesos culinarios de cada concursante en el foro del mercado.
Después llegó el momento de la verdad. En el escenario aparecieron los miembros del jurado, capitaneados por Dacosta y junto a él, el presidente de la Diputación, César Sánchez; el Secretario Autonómico de Turismo, Francesc Colomer; el alcalde de Dénia, Vicent Grimalt; y la presidenta de Aehtma (Asociación de Empresarios de la Hostelería y Turismo de la Marina Alta) y directora del Hotel Los Ángeles de Dénia, Cristina Sellés.
Antes, se rindió un merecido homenaje al histórico cocinero dianense Jaime Gavilà (Restaurantes El Engresco y Gavilà) quien recordó a su mujer y a su padre, pionero en aquello de hervir la gamba en Dénia.
Y poco a poco se conocieron los resultados. Arrasó el plato de Álvaro Abad García, chef ejecutivo del restaurante El Plantío Golf Resort de Alicante, y tras él quedaron Guillermo Marín, del restaurante DeÓ Centro, de Sevilla; y Víctor Trochi, de Les Magnòlies, de Arbúcies (Girona).
José Carlos Capel– miembro del jurado, crítico del diario El País y director de Madrid Fusión– nos explicó que el vencedor fue el más fiel al producto. La base de cocido, sobre la que flotaba la gamba, con el sabor a tuétano gustó al jurado.