Son días de trabajo intenso, de dejar todo el hotel perfecto para el arranque de temporada. Revisamos hasta el último detalle de cada habitación. La maquinaria del gimnasio, las mesas, los cubiertos y la decoración del restaurante, las estancias comunes, las terrazas, la pista de tenis, la piscina…
Esta mañana, por ejemplo, le ha tocado a las palmeras que dan al jardín. Altas y finas han quedado limpias para balancearse con el viento y erigirse en nuestras banderas: la señalítica del Hotel Los Ángeles si paseas por la playa.
Y a la playa hemos ido en un momento de descanso. Y una vez más se ha producido el embrujo.
Pasan los años pero nuestro amor por estas aguas no tiene fin. Hoy el mar amaneció teñido de gris por unas nubes de agua que jugaban a fundirse con el horizonte, allá donde las Baleares emergen. Hemos llenado los pulmones de aire limpio, hemos aliviado nuestros orificios nasales con esa humedad tan necesaria para respirar en los acatarrados inviernos y, de regreso al hotel, hemos sentido ese momento de euforia, cuando encuentras refugio. Tu sitio.
El 26 regresamos.
synopsis
I love the sea
These days are busy. To solve every corner of the hotel.
Today a break we visited the sea. That sea we love. We breathed the fresh air and we have returned to the hotel happy. We are in the place we want. The 26 open.
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